Durante el embarazo los cambios que se atraviesan son enormes… a nivel físico, hormonal, emocional. En 40 semanas - más, menos- la transformación es muy grande. Muchas cosas nuevas y distintas que requieren adaptarse.
El cuerpo cambia de forma y tamaño. Pararse, sentarse e incluso dormir es completamente distinto. Organizar el nuevo cuerpo puede representar un desafío, porque los hábitos que nos sirven en nuestra vida cotidiana, pueden no servirnos para esta etapa.
Las clases de Feldenkrais invitan a prestar atención a la manera en que de moverse, para poder encontrar más opciones de movimiento. De esta manera, el sistema puede elegir la más apropiada para cada momento. Las clases son seleccionadas y adaptadas específicamente para embarazadas.
¿Cómo sentarse tanto tiempo en una silla con esta nueva panza? ¿Cómo acomodarse para dormir más cómoda? ¿Cómo evitar dolores en la espalda baja? ¿Qué hacer para mejorar la sensación de acidez? Éstas son algunas de las preguntas que compartimos en el grupo y a las que ensayamos respuestas acordes para cada participante.
Hacer lugar al nuevo ser que va creciendo dentro es saludable no solo para la madre, sino también para el bebé. El movimiento comienza desde un primer momento y en esas exploraciones les bebés inician su desarrollo.
El abordaje del Métoco Feldenkrais acompaña esta etapa de la vida. El grupo que se construye hace otro tanto. Poder compartir con otras personas que están atravesando la espera de un bebé ayuda a tejer una red.